1.-Los ejercicios de cardio son los mejores que existen para bajar de peso.
En los últimos años, los investigadores
se han empezado a dar cuenta de que los ejercicios convencionales de
cardio, tales como el footing, no son tan buenos como parecían, y que
puedes mejorar tu salud y aumentar el ritmo al que tu cuerpo quema grasa
introduciendo pequeñas modificaciones en tu programa de ejercicios de
cardio.
El problema radica en que los ejercicios
de cardio tradicionales solo tienen algún efecto en las fibras de
contracción lenta que hay en tus músculos rojos, ignorando completamente
las fibras de contracción rápida que hay en tus músculos blancos.
El “Peak 8” es la expresión con la que
se denomina a la intensidad máxima que se alcanza una vez o dos a la
semana durante un programa de ejercicios, en la que tu frecuencia
cardiaca traspasa su límite anaeróbico durante 20 o 30 segundos, para
pasar inmediatamente a experimentar al menos 90 segundos de
recuperación.
Para realizar estos ejercicios
adecuadamente, tendrás que acercarte mucho (e incluso, traspasar) tu
frecuencia cardíaca máxima en la última parte de tu entrenamiento. El
número más alto de pulsaciones que puedes experimentar se calcula
restando tu edad al número 220. Necesitarás un pulsómetro para medirlas,
dado que es casi imposible determinar exactamente tu frecuencia
cardíaca de forma manual cuando se sobrepasa las 150 pulsaciones.
Los investigadores han descubierto que
este tipo de cardio provoca una respuesta metabólica única que es en
buena medida la responsable de los beneficios que comporta este
entrenamiento. Hacer sprints de manera intermitente provoca la aparición
de unos altos niveles de un componente químico llamado catecolaminas,
que permite que tu cuerpo queme más grasa debajo de tu piel y de los
músculos. Este aumento en la cantidad de grasa quemada se vincula
directamente con la pérdida de peso.
Es también el único tipo de ejercicio
que aumenta los niveles hormonales. Esto es especialmente importante a
partir de los 30, pues es en este momento cuando se empieza a apreciar
una caída constante en la producción hormonal. Es más seguro y mucho más
efectivo hacer que tu cuerpo produzca más hormonas de manera natural a
través de este tipo de ejercicios de “Peak 8” que inyectártelas como
hacen muchos deportistas profesionales, pagando más de mil euros al mes
por ello.
2.-Las vacunas son seguras, efectivas y previenen las enfermedades.
Entiendo que, para muchos, este tema no
está abierto a debate, dado que creen firmemente que las vacunas son uno
de los descubrimientos más importantes relacionados con la salud de la
historia de la civilización.
Si crees esto, te sugiero que intentes
abrir tu mente y que consideres otros puntos de vista que son apoyados
por reputados físicos, científicos, médicos y profesores de todo el
mundo.
Puede que quieras echar un vistazo al
artículo “Lee esto antes de vacunarte contra cualquier cosa”, para tener
un punto de partida desde el cual empezar tu proceso de investigación
de la materia.
Cuando hablamos de una vacuna, hay tres preguntas principales que debes hacerte antes de ponértela:
-Primero, ¿es segura la vacuna en cuestión?
-Segundo, ¿previene la enfermedad de manera efectiva?
-Y tercero, ¿qué vacunas pueden ponerse juntas o sucesivamente de manera segura y efectiva?
Por desgracia, estas cuestiones no han
sido convenientemente estudiadas en la mayoría de las vacunas y aquellas
que han sido investigadas los estudios demuestran habitualmente que son
peligrosas o poco efectivas. ¡O ambas cosas!
Diversos investigadores llevan años
defendiendo que las vacunas pueden sobre-estimular el sistema
inmunológico de tu hijo, llegando a causar algunas veces la misma
enfermedad que están diseñadas para evitar, o incluso algo peor. Y,
cuando se ponen varias vacunas a la vez, o en cortos periodos de tiempo,
su interacción puede abrumar completamente el sistema inmunológico de
tu hijo, que todavía está en proceso de desarrollo.
Este es uno de los problemas que
conllevan las vacunas en general –el impacto negativo que tienen sobre
las principales y naturales defensas que tiene tu cuerpo contra TODAS
las enfermedades.
Ahora, piensa que si tu hijo ha sido
vacunado siguiendo las recomendaciones del Centro de Control de
Enfermedades (CDC), en el momento en el que empiece la guardería él o
ella habrá recibido 48 dosis de 14 vacunas diferentes. De todas ellas,
36 dosis se le habrán administrado durante sus 18 primeros meses de vida
–un momento en el que el cuerpo y el cerebro de tu hijo están
experimentando un enorme desarrollo.
Los organismos sanitarios públicos NUNCA
han demostrado que es seguro poner a los niños tal cantidad de vacunas.
Lo que es más, no pueden explicar por qué, a la vez que se ha producido
un aumento en de las vacunas, ha habido una explosión en el número de
niños americanos que sufren problemas relacionados con su sistema
neurológico o inmunológico.
Este tema implica tantas cosas que es
imposible hacer un resumen de los peligros y la falta de datos
concluyentes relacionados con las vacunas que ahora mismo se imponen a
las personas, como demostramos en el artículo antes citado.
Para conseguir más información, por favor, visita la página dedicada a las vacunas de http://vaccines.mercola.com/
3.-Añadir flúor al agua disminuye el riesgo de tener caries.
La teoría que hay detrás de la
introducción de flúor en el agua parece que solo conlleva beneficios
–reducir el número de caries que sufren los niños. Sin embargo, los
riesgos que conlleva el flúor para la salud son tan numerosos que no
compensa el beneficio que supone para tus dientes, y eso contando con
que el flúor realmente haga lo que se afirma que hace.
Hoy en día, incluso los mayores
defensores de la fluorización admiten que los mayores beneficios que se
derivan de su uso provienen de su utilización como enjuague bucal; el
flúor trabaja desde el exterior del diente, no desde el interior de tu
cuerpo, por lo que, ¿de qué sirve que nos lo traguemos?
Las estadísticas nos han demostrado que
la fluorización del agua no ayuda a evitar la aparición de caries. No
hay apenas diferencias en el número total de caries que se producen en
los países en los que el agua está fluorizada y en aquellos en los que
no, y tampoco hay ninguna diferencia entre los estados que tienen un
agua altamente fluorizada y aquellos en los que esta concentración de
flúor es más baja.
Mientras tanto, el flúor puede hacer
mucho daño, pues puede desde provocar fluorosis dental hasta dañar el
tiroides y disminuir el cociente intelectual…y acarrea muchos, muchos
más problemas.
He unido mis fuerzas con las del
Fluoride Action Network (FAN) para que, todos juntos, intentemos acabar
con la fluorización del agua que está envenenando a todas las personas
que viven en Canadá y en los Estados Unidos.
Para saber más sobre los daños que puede
provocar el flúor, y para tener más información sobre cómo se puede
participar en esta campaña, por favor, lea este reciente artículo que
también incluye una excelente entrevista hecha al doctor Paul Conett,
creador de la FAN y uno de los especialistas más reputados en esta
materia.
4.-Las cosechas de alimentos
genéticamente alterados son seguras, han sido investigadas
concienzudamente y son buenas para la economía.
Se puede considerar que los alimentos
genéticamente alterados constituyen el peor desastre que le haya
sucedido nunca a la dieta americana. Apenas 9 años después de su
aparición en el mercado, en 1996, un gran número de enfermedades
crónicas han pasado de afectar al 7 por ciento de la población a atacar
al 13%, las alergias alimenticias se han doblado en la mitad de ese
tiempo y otros muchos problemas de salud se han incrementado desde la
introducción de los alimentos genéticamente alterados en nuestras vidas.
Millones de personas pueden estar
sufriendo problemas de salud causados por los organismos genéticamente
alterados que han consumido como parte de su dieta. La Academia
Americana de Medicina Medioambiental ya ha advertido a los médicos que
deben ordenar a todos sus pacientes que no ingieran alimentos
genéticamente modificados, citando diversos estudios que muestran cómo
este tipo de alimentos pueden dañar los órganos vitales, causar
problemas gastrointestinales y de tipo inmunológico, acelerar la vejez,
provocar infertilidad y una regulación deficiente por parte de nuestro
cuerpo de la insulina y el colesterol.
Pero los alimentos genéticamente
modificados no son solo un desastre para la salud, sino que también se
han convertido en un peligro medioambiental y las afirmaciones de la
industria de que iban a suponer un gran beneficio desde el punto de
vista económico también han resultado ser falsas.
Para una introducción a este tema, te
recomiendo que leas el artículo “10 razones para evitar los alimentos
genéticamente modificados”, que habla de todo lo relacionado con este
asunto, desde los problemas de salud vinculados al consumo de alimentos
genéticamente modificados hasta las pruebas que demuestran que las
cosechas de este tipo de productos no son tan sostenibles ni tan viables
económica y ambientalmente como el sistema de producción tradicional.
5: El sol provoca cancer de piel.
Muchas personas tienen una concepción
equivocada sobre la naturaleza del melanoma – el tipo más peligroso de
cáncer de piel que existe, que se cobra la vida de más del 75% de las
personas que lo sufren. Pero aparte de toda esa mala prensa que ha
vinculado la exposición al sol con la posibilidad de sufrir cáncer de
piel, apenas hay pruebas reales que apoyen esta afirmación. De hecho,
hay muchas pruebas que demuestran todo lo contrario.
A lo largo de los años, varios estudios
han confirmado que una apropiada exposición al sol puede prevenir el
cáncer de piel. De hecho, se ha descubierto que la frecuencia de la
aparición de cáncer de piel es menor cuanta más exposición al sol hay y
que su incidencia puede aumentar con el uso continuado de protectores
solares.
En la entrevista que realicé al doctor
Robert Heaney, especialista en la vitamina D, este explica cómo las
recomendaciones más habituales están provocando el mismo problema de
salud que tratan de evitar.
¿Cómo la luz del sol previene, en vez de producir, el cáncer de piel?
En resumen, es la vitamina D que se
forma en tu cuerpo como resultado de tu exposición a la luz solar la que
resulta fundamental a la hora de protegerse del cáncer.
La vitamina D va directamente a los
genes que hay en tu piel y que previenen la aparición de todas las
anomalías que la luz ultravioleta puede llegar a causar. Por desgracia,
si haces caso a las recomendaciones habituales de evitar la exposición
directa al sol o de utilizar siempre protector solar, tu piel no
producirá vitamina D, dejándote sin la protección que necesitas para
enfrentarte al cáncer de piel.
Las estadísticas han demostrado la
veracidad de estas afirmaciones, dado que los casos de melanoma han
aumentado en número al mismo tiempo que se ponía de moda la necesidad de
evitar la exposición al sol y se aumentaba el uso de protector solar.
Si evitar el sol fuera la solución, entonces los casos de melanoma
deberían haber disminuido exponencialmente durante las últimas décadas…
Al contrario, el hecho de evitar la
exposición al sol y el uso excesivo del protector solar son dos de las
principales razones del aumento de casos de melanoma en todo el mundo.
6: Las grasas saturadas producen enfermedades cardiacas.
En 2002, el tabloide “experto” en
alimentación “Comida y Nutrición” incluyó en su interior la siguiente
afirmación errónea, que es el epítome de este mito nutricional:
“Las grasas saturadas y el colesterol en
la dieta no tienen ningún efecto beneficioso a la hora de prevenir
ninguna enfermedad crónica y no son elementos necesarios en ningún
aspecto para el cuerpo humano”.
Esta peligrosa recomendación, que
proviene de una hipótesis no comprobada que data de los años 50, lleva
perjudicando tu salud y la de tus seres queridos unos 40 años.
La verdad es que las grasas saturadas
tanto animales como vegetales te ayudan a proteger las membranas
celulares y a segregar gran cantidad de hormonas y sustancias parecidas
sin las que tu cuerpo no podrá funcionar de manera óptima.
También actúan como portadores de las
importantes vitaminas solubles en grasa A, D, E y K. Las grasas son
también necesarias para la transformación de los carotenos en vitamina
A, para la absorción de los minerales y para que se produzcan otros
muchos procesos biológicos.
De hecho, las grasas saturadas son la mejor gasolina que puedes echar a tu corazón.
Para conseguir más información sobre las
grasas saturadas y el importante papel que juegan a la hora de mantener
a tu cuerpo sano, por favor, lee mi artículo “La verdad sobre las
grasas saturadas”.
7: Los edulcorantes artificiales son seguros, saben bien y te ayudan a perder peso.
La mayoría de la gente utiliza
edulcorantes cuando intentan perder peso. Lo increíblemente irónico es
que casi todas las investigaciones que han analizado cuidadosamente sus
efectos han demostrado que aquellas personas que utilizan edulcorantes
ganan en realidad más peso que aquellos que consumen azúcar para añadir
sabor a algún alimento.
En 2005, los datos reunidos después de
25 largos años de estudio por el hospital del Corazón de San Antonio han
demostrado que beber refrescos dietéticos aumenta las probabilidades de
ganar peso – mucho más que consumiendo refrescos normales. De media,
cada refresco de dieta que consumían los participantes de este estudio
al día aumentaba su riesgo de padecer sobrepeso durante los siguientes
siete y ocho años en un 65%, y hacía que tuvieran un 41% más de
probabilidades de convertirse en personas obesas.
Las razones por las que se produce esta
ironía todavía se están investigando, pero hay varias causas
potenciales, entre las que se incluyen:
-Simplemente el sabor dulce parece aumentar la sensación de hambre, independientemente de su propio contenido calórico.
-Los edulcorantes artificiales parece
que simplemente hacen que te apetezca comer más dulces y, por lo tanto,
el consumo total de azúcar no se reduce – lo que provoca que tengas aún
más problemas para controlar tu peso.
-Los edulcorantes artificiales pueden
afectar a la habilidad natural que tiene el cuerpo para “contar
calorías”, como se demuestra en estudios como el que realizó en 2004 la
universidad de Purdue, en el que se descubrió que las ratas a las que se
había alimentado con edulcorantes artificiales comían una mayor
cantidad de alimentos de alto contenido calórico que aquellas ratas a
las que se había dado líquidos endulzados de manera natural con una
importante concentración de calorías.
Al final, lo que nos dicen los
investigadores es que los edulcorantes artificiales NO son los mejores
amigos de las personas que hacen dieta, porque, a diferencia de lo que
afirma en sus campañas de promoción, los edulcorantes bajos en calorías o
sin calorías probablemente harán que ganes peso en vez de ayudarte a
perderlo.
También hay una gran cantidad de
peligros para tu salud que se vinculan al consume de los edulcorantes
artificiales y al aspartamo en particular. He empezado a recopilar una
creciente lista de estudios que tratan sobre los problemas de salud que
se pueden derivar del consumo del aspartamo, que puedes encontrar aquí.
Si todavía no estás convencido, te recomiendo encarecidamente que eches
un vistazo a estos estudios para que puedas tomar una decisión
documentada.
Para saber más sobre el aspartamo, el peor edulcorante artificial que existe en el mundo, por favor, ve el vídeo que le dedico.
8.-La soja es sana.
El meteórico ascenso de la soja como
“comida sana” es un ejemplo perfecto de cómo una campaña de marketing
brillante puede engañar a millones de personas. Pero no te equivoques,
los productos hechos con soja no fermentada NO son sanos.
Al contrario, miles de estudios han
vinculado la soja no fermentada a la malnutrición, a diversos problemas
digestivos, al colapso del sistema inmunológico, a sufrir una disfunción
tiroidea, a un descenso cognitivo, a desórdenes reproductivos y a la
infertilidad – incluso se la ha relacionado con el cáncer cáncer y las
enfermedades cardiacas.
No solo eso, sino que más del 90% de las
cosechas americanas de soja están genéticamente modificadas, lo que
conlleva aún más riesgos para tu salud.
Aquí te dejo una lista de los problemas de salud que se han vinculado directamente al consume de la soja:
- Cáncer de mama.
- Daños cerebrales.
- Anomalías en los bebés.
- Problemas en el tiroides.
- Piedras en el riñón.
- Problemas en el sistema inmunológico.
- Alergias alimenticias muy severas y potencialmente mortales.
- Infertilidad.
- Peligros diversos durante el embarazo y la lactancia materna.
Sin embargo, no me opongo a todos los
tipos de soja. La soja orgánica y, sobre todo, la soja fermentada de la
manera adecuada son muy buenas para tu salud. Ejemplos de productos de
soja fermentada que son muy beneficios para la salud son el natto, el
miso y la tempura.
9.-Los granos enteros son buenos para todo el mundo.
El consumo de productos realizados con
granos enteros es un tema que puede confundir a mucha gente, sobre todo a
aquellas personas a las que les apasionan los temas relacionados con la
nutrición, ya que durante mucho tiempo nos han dicho que la fibra que
contienen los granos enteros es muy beneficiosa para nuestro cuerpo.
Por desgracia, TODOS los granos,
incluyendo los granos enteros y las variedades orgánicas, pueden elevar
tus niveles de insulina, lo que conlleva un aumento del riesgo de sufrir
diversas enfermedades.
Sé por experiencia que más del 85% de
los americanos tienen problemas a la hora de controlar sus niveles de
insulina, especialmente aquellas personas que tienen los siguientes
problemas:
- Sobrepeso.
- Diabetes.
- Tensión alta.
- Colesterol alto.
- Problemas a la hora de metabolizar las proteínas.
Además, la intolerancia al gluten es
mucho más habitual de lo que se podría pensar, lo que también puede
dañar irreversiblemente tu salud.
Por norma general, recomiendo a la gente
encarecidamente que elimine los granos de su dieta, al igual que los
azúcares, especialmente si sufres algunos de los problemas antes
mencionados que están relacionados con la resistencia a la insulina.
Cuanto mayores sean tus niveles de insulina y más pronunciadas sean las
señales de que sufres de una sobredosis de la misma, más interés debes
mostrar a la hora de eliminar los granos de tu dieta.
Si eres uno de los pocos afortunados que
no sufre resistencia a la insulina y tienes un peso normal, entonces
puedes consumir libremente granos, especialmente granos enteros. Sin
embargo, sería bueno que siguieras controlando tu consumo de granos y tu
salud, ya que esta cambia constantemente. Lo que puede estar bien
cuando tienes 25 o 30 años puede suponer un grave problema de salud
cuando cumples los 40 y tus niveles hormonales y la cantidad de
ejercicio que haces hayan experimentado un gran cambio.
10: Todos los complementos vegetales son tan buenos como los de procedencia animal.
El ejemplo más básico de esta afirmación
es el omega 3. Es muy importante que te des cuenta de que no todas las
grasas omega 3 son las mismas y de que el tipo y la fuente de tus omega 3
harán que estas grasas proporcionen a tu salud unos beneficios muy
diferentes.
Hay tres tipos principales de grasas omega 3:
- Ácido docosahexanoico (DHA).
- Ácido eicosapentaenoico (EPA)
- Ácido alfa-linolénico (ALA)
Muchas personas no se dan cuenta de que
la mayoría de los conocidos beneficios que se asocian al consumo de las
grasas omega 3 –tales como mejora del rendimiento mental, unos huesos
más fuertes y ayudar a conservar la salud del corazón – se vinculan a
las grasas omega 3 de procedencia animal (EPA y DHA), no al omega 3 de
origen vegetal (ALA).
ALA, que es el tipo de omega 3 que se
puede encontrar en la linaza y en los frutos secos, se convierte en EPA y
DHA cuando se introduce en tu cuerpo, pero en una proporción muy
reducida.
Por lo tanto, aunque consumas grandes
cantidades de ALA, tu cuerpo solo puede convertir una pequeña proporción
en EPA y DHA, y solo cuando hay suficientes enzimas presentes.
Esto no significa que las grasas omega 3
de origen vegetal sean dañinas o que deberían ser evitadas, simplemente
que tienes que asegurarte de que también consumes grasas omega 3 de
procedencia animal. Personalmente, incluyo alimentos con omega 3 de
procedencia vegetal (ALA) regularmente en mi dieta, como las semillas de
lino y el cáñamo, pero siempre los combino con otros que incluyen
grasas omega 3 de procedencia animal.
Pero, para obtener la mayor cantidad
posible de beneficios, las grasas omega 3 que consumas deben proceder de
animales. Para obtener más información sobre este tema, por favor, lee
mi artículo: “¿Estás consumiendo el tipo adecuado de grasas omega 3?”.
11: La leche es buena para tu cuerpo.
¿La leche es buena para tu cuerpo?
Sí, si te la tomas en su forma natural.
Por desgracia, este mito insiste en que
la leche normal pasteurizada es muy buena para la salud, lo que no es en
absoluto verdad. Las instituciones normales relacionadas con la salud,
además, se niegan a hacer frente a los peligros reales que se relacionan
con las crecientes cantidades de hormonas y antibióticos que se pueden
encontrar en la leche convencional.
Por favor, tenga en cuenta que yo no
recomiendo a nadie beber leche pasteurizada de ninguna forma, incluyendo
la orgánica, porque una vez que la leche ha sido pasteurizada se ha
cambiado su estructura física de tal manera que puede llegar a causar
alergias y problemas inmunológicos.
Se destruyen enzimas tan importantes
como la lactosa, lo que provoca que muchas personas sean incapaces de
digerir la leche. Además, vitaminas tales como la A, la C, la B6 y la
B12 disminuyen y las frágiles proteínas de la leche son tan radicalmente
transformadas que pasan de ser beneficiosas para la salud a ser un
producto antinatural de aminoácidos que puede incluso dañar tu cuerpo.
La destrucción de esta beneficiosa
bacteria a través del proceso de pasteurización también acaba
promoviendo la aparición de enfermedades patógenas en vez de protegerte
de ellas.
La alternativa más sana a la leche
pasteurizada es la leche natural, que es una fuente increíble de
nutrientes, incluyendo bacterias beneficiosas como el lactobacillus
acidophilus, vitaminas y enzimas, y es, según mis propias estimaciones,
una de las mejores fuentes de calcio disponibles para las personas.
Para saber más sobre esto, ve la
entrevista que le hice a Mark McAfee, el dueño de “Alimentación
orgánica”, la empresa de productos orgánicos más grande de los Estados
Unidos.
12: Las dietas bajas en grasa son sanas.
El mito de los alimentos bajos en grasa
puede que haya hecho mucho más daño a millones de personas que cualquier
otra recomendación dietética. De nuevo, al igual que las
recomendaciones de ponerse al sol han incrementado la cantidad de casos
de melanoma, la locura de los alimentos bajos en grasa ha aumentado el
consumo de grasas trans, que sabemos que aumentan las posibilidades de
padecer obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas.
Para cortar de raíz esta confusión, es importante que te des cuenta de que comer grasa no te hace gordo.
La causa principal del exceso de peso y
de todas las enfermedades crónicas relacionadas con él es el consumo de
cantidades excesivas de azúcar –especialmente de fructosa, pero también
de todo tipo de granos, que se convierten rápidamente en azúcar una vez
consumidos.
Ojalá la locura de los alimentos bajos
en grasa hubiera sido de alimentos bajos en azúcar…si así hubiera sido,
no hubiésemos tenido tantas enfermedades crónicas como ahora sufrimos.
Para saber por qué y cómo una dieta baja
en grasa puede provocar muchos problemas de los problemas de salud que
afirma evitar, por favor, lea el artículo anteriormente mencionado al
respecto.
Consideraciones finales.
Como puedes ver, hay muchos mitos
relacionados con la salud ahí fuera, y parece que no hacen sino
aumentar…Los 12 mitos que hemos señalado en este artículo son solo una
muestra, porque hay muchos más.
Más información: CLIC AQUI